Marilyn, Gauguin, Mamá y Cádiz: algo en común.


Marilyn te mira desde esta postal a la venta en eBay, intimista, parece que tiene algo que ver contigo, pero… ¡despierta!, sólo es un truco publicitario. Su productora usaba todos los artificios de comunicación a su alcance, y la postal en aquella época era algo muy normal. Me gustaría saber cuántas de éstas circularon por el mundo, cuántos amigos se escribieron transmitiendo algo a partir de la imagen de su ídolo.

Todavía hoy sigue siendo un detalle el escribirle una postal a alguien, es algo personal, más reposado, con una carga afectiva más especial. Millones de unidades circulan cada año por el mundo, suelen ser portadoras de buenas noticias, de alegrías. Por qué será que las penas van en carta, ensobradas para que nos las vea nadie.

Cuba acaba de poner en circulación diez millones (sí, 10.000.000) de postales para homenajear a las madres por su día, la próxima semana. Otra vez la postal en un momento especial.

Como especiales son las referencias del lenguaje al concepto de tarjeta postal. Como ejemplo, fíjense en la frase del Diario de Cádiz, en su edición de hoy domingo: » La muestra se centra, sobre todo, en las pinturas -casi postales- que Gauguin realizó en Tahití y que presentaban una imagen idílica y paradisíaca de las islas adonde decidió marcharse a vivir.» ¿Es curioso o no? Para enfatizar la calidad de la obra de Gauguin, la califica de «postales».

Cambiando de tema, saludamos desde aquí a LadyPink, que con su serie Postcard from… hace un repaso de las vivencias que le llaman la atención, pretendiendo realzarlas estéticamente con imágenes y crónica. Esta vez, la cosa va de la Semana Santa en Soria, pero mañana, sus postales siguen su ruta, para sorprendernos al abrir nuestros buzones. Que vaya bien.

Seguimos printposteando.

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